2 de octubre de 2017

La Historia Interminable
Mi relación con la obra de Michael Ende publicada en 1979 es una historia de superación. La necesidad genética y psicológica de ser tan guay e inteligente como mi hermano David, dos años y tres días mayor que yo, y un acto inconsciente de imitación paterna, propició que aprendiera a leer mucho antes de ir a la escuela.

Con menos de 6 años, ya había intentado leerme la Historia Interminable en varias ocasiones y, os puedo asegurar, que parecía una gesta imposible, literalmente me pareció interminable. A 10 minutos por cada página, parecía que las cerca de 800 páginas de la traducción española que teníamos en mi casa iban a costarme la vida entera. Poco después de cumplir los 6 años, logré finalizar la obra y fue para mí tan dulce como la victoria cartaginesa en Canas lo fuera para Haníbal.

Aunque podría dedicar esta sección a la crítica de obras literarias, puesto que es otra de mis pasiones secretas, no creo que sea el lugar ya que tal como decía Michael Ende "eso es otra Historia y no debe ser contada aquí".
Por el contrario, dedicaré esta parte del blog a uno de los monstruos más tenebrosos al que tenemos que hacer frente en la Actualidad. Me refiero a la inmisericorde burocracia. Mi intención no es criticar al sistema, aunque supongo que, como a la mayoría de vosotros, me ha dado más de un disgusto, varios ataques de insomnio y algún que otro episodio de ansiedad. Por el contrario, con el pragmatismo que me suele caracterizar, asumiré que las cosas son así y dedicaré las entradas a ofrecer sugerencias y trucos derivados todos ellos de mi experiencia vital para enfrentarse a los gigantes de piedra, los pantanos deprimentes y la desesperante Nada a la que una vida investigadora en las ciencias humanas me ha abocado. Me refiero a solicitudes de becas, traslados a otras ciudades, informes y otras apasionantes cuestiones por el estilo.

Subid conmigo al altillo que nuestra particular Historia Interminable está a punto de comenzar.

Arqueólogo e historiador especializado en el período bárquida.

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